
Siguiendo siempre el consejo del pediatra, este momento se convierte en una fecha ideal para iniciar este proceso de alimentación sólida.
Con el fin de evitar situaciones de asfixia cuando se inicie la toma de alimentos sólidos, siente bien al bebé sobre sus piernas o en una silla de niño. En el caso de que su hijo llore o rechace la comida, no insista, pospóngalo una semana o dos e inténtelo de nuevo entonces.
La incorporación de alimentos sólidos es un un proceso gradual que requiere algo de tiempo y paciencia.
Al principio intente alimentarle a la hora que convenga a ambos, madre y bebé. Cuando crezca ya querrá comer con otros miembros de la familia y en esa época es mejor que adapte al niño a las horas de comida del resto de la familia.
Utilice siempre una cuchara para darle sólidos. Al emplear la cuchara y no el biberón se controla mejor lo que come el bebé y se evita que engorde en exceso.
Conviene hablarle al tiempo que se le dan pequeñas cantidades de comida. Es probable que el bebé expulse la comida las primeras veces. Si es así, puede probar a darle algo de leche y luego darle cucharadas pequeñas con muy poca cantidad y acabar la comida dándole más leche.
Como la mayoría del alimento no lo ingerirá, debe aumentar gradualmente la cantidad hasta que se acostumbre a comer sólidos.

Este es un buen momento para acostumbrar al pequeño a comer adecuadamente: sentarse, tomar pequeñas cucharadas, descansar y dejar de comer cuando se está lleno. Estas lecciones serán algo que aprenda para el resto de su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario