miércoles, 27 de abril de 2011

DESARROLLO

Cada bebé tiene su propio ritmo de maduración. Existen bebés que se demoran más que otros para pasar etapas o bien desarrollan una habilidad primero y otra después. Por lo general, en los recién nacidos, estas son algunas características que nos dan una pauta de su desarrollo.

Motricidad gruesa

Acostado boca arriba: los brazos y piernas están flexionados sobre el cuerpo. Los talones no se apoyan en la cama. Puede patear y mover los brazos involuntariamente con fuerza.
Acostado boca abajo: las rodillas están dobladas bajo el abdomen. No puede levantar la cabeza, pero sí puede girarla a la derecha o a la izquierda.
Sujetándolo "sentado": la cabeza cae hacia delante o hacia atrás. Mantiene brazos y piernas flexionados.

El recién nacido nunca se queda quieto, patea permanentemente mientras está despierto y mueve sus brazos. Estos movimientos descontrolados se irán suavizando a medida que su sistema nervioso y sus músculos vayan madurando.
Los recién nacidos se van adaptando poco a poco a este nuevo mundo, muy diferente al útero, por eso a tu pequeñín le resultará muy placentero que lo envuelvas con una cobijita.


Interactuando con los demás
Se relaja cuando lo amamantas o toma el tetero.
En estado de alerta (el bebé casi no se mueve y tiene los ojos abiertos y brillantes) mira fijamente los objetos y caras.


Se expresa, se comunica
El llanto es su principal forma de comunicación. Siempre significa algo por lo que debe ser atendido.
El pequeñín recién nacido ya empieza a comunicarse, por el momento sólo a gritos y llanto, a veces potentes, pero con el correr de las primeras semanas solo llora en situaciones no placenteras (hambre, cólicos, frío o algún otro malestar).
Es probable que se exprese en algún momento cuando vea tu cara o escuche tu voz con una débil "A".

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