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sábado, 23 de abril de 2011

ALIMENTACIÓN SANA

Una buena alimentación es vital para que le niño crezca sano y fuerte. Comer bien afecta no sólo a su desarrollo físico, sino también a su desarrollo intelectual. Si el niño tiene o no una correcta alimentación durante los primeros años de vida, puede tener un efecto profundo en su salud, así como en su habilidad para aprender, para comunicarse con los demás, pensar analíticamente, socializarse efectivamente, adaptarse a nuevos ambientes y personas y sobre todo, a su rendimiento escolar. Una buena alimentación puede influir notablemente en su futuro.

La alimentación es la base necesaria para un buen desarrollo físico, psíquico y social de los niños. Por ello, una dieta saludable es vital para que su crecimiento sea óptimo. Es recomendable no abusar de las grasas vegetales y comer al menos, cinco veces al día frutas y verduras.

Una buena nutrición y la práctica de ejercicio es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida. La ingesta de nutrientes es distinta en función de las distintas etapas de su evolución.

Una buena nutrición y una buena salud están directamente conectadas a través del tiempo de vida, pero la conexión es aún más vital durante la infancia. Es en este período que los niños pueden adquirir buenos hábitos durante la comida en lo que se refiere a la variedad, al sabor, etc.

Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden impedir el desarrollo de la conducta, el cognitivo, el rendimiento escolar
y la salud reproductiva, debilitando así la futura productividad en el trabajo.

ALIMENTOS SOLIDOS

Hasta los seis meses el bebé sólo debe tomar leche materna o artificial . A partir de entonces es posible empezar a ofrecerle otros alimentos, ya que pierde el reflejo que le hace empujar la lengua contra la cuchara o cualquier otro objeto o alimento que se introduzca en la boca.

Siguiendo siempre el consejo del pediatra, este momento se convierte en una fecha ideal para iniciar este proceso de alimentación sólida.
Con el fin de evitar situaciones de asfixia cuando se inicie la toma de alimentos sólidos, siente bien al bebé sobre sus piernas o en una silla de niño. En el caso de que su hijo llore o rechace la comida, no insista, pospóngalo una semana o dos e inténtelo de nuevo entonces.

La incorporación de alimentos sólidos es un un proceso gradual que requiere algo de tiempo y paciencia.

Al principio intente alimentarle a la hora que convenga a ambos, madre y bebé. Cuando crezca ya querrá comer con otros miembros de la familia y en esa época es mejor que adapte al niño a las horas de comida del resto de la familia.
Utilice siempre una cuchara para darle sólidos. Al emplear la cuchara y no el biberón se controla mejor lo que come el bebé y se evita que engorde en exceso.
Conviene hablarle al tiempo que se le dan pequeñas cantidades de comida. Es probable que el bebé expulse la comida las primeras veces. Si es así, puede probar a darle algo de leche y luego darle cucharadas pequeñas con muy poca cantidad y acabar la comida dándole más leche.
Como la mayoría del alimento no lo ingerirá, debe aumentar gradualmente la cantidad hasta que se acostumbre a comer sólidos.

Es muy importante no insistir en que el bebé se termine el plato o el biberón cuando empieza a escupirlo o a retirar la cabeza, precisamente porque esto le ayudará a conocer la diferencia entre hambre y saciedad y evitará fobias y comportamientos anormales a las horas de comer.
Este es un buen momento para acostumbrar al pequeño a comer adecuadamente: sentarse, tomar pequeñas cucharadas, descansar y dejar de comer cuando se está lleno. Estas lecciones serán algo que aprenda para el resto de su vida.

ALIMENTACIÓN ADICIONAL

Gracias a la cuidadosa nutrición tuya durante el embarazo y la lactancia, tu bebé tuvo ya un verdadero comienzo saludable. Vino al mundo rodeado de calor, amor cuidados, satisfacción y comodidad y obtendrá el mejor regalo de la naturaleza: la leche materna, con la cual se le transmiten las preferencias por los sabores de todos los alimentos que consumes y es una forma maravillosa de comenzar a enseñarle buenos hábitos de alimentación.

Para cuando ésta deje de ser suficiente en hierro, calorías, vitaminas y minerales, comenzará para él una nueva aventura de aprendizaje en relación con sus alimentos del futuro.

Los hábitos y gustos por los alimentos se aprenden desde temprana edad y contribuyen a que tu bebé crezca y se desarrolle para convertirse en un niño capaz de expresar al máximo sus potencialidades.

Recomendaciones
  • La introducción de alimentos se hará poco a poco de forma gradual iniciando con "probaditas" hasta lograr la integración progresiva de la dieta usual de la familia. Debe iniciarse entre el cuarto y sexto mes de vida sin interrupción de la lactancia.
  • No comiences antes de los cuatro meses pues tu bebé no se encuentra apto para recibir alimentos semisólidos por su inmadurez fisiológica y neuromuscular.
  • Las prácticas de alimentación complementaria inadecuadas pueden tener un impacto negativo en la salud a largo plazo y propiciar alergias, intolerancias, obesidad, hipertensión o enfermedad del corazón.
  • Ofrécele una toma de leche materna antes del alimento complementario. Prefiere los alimentos naturales, frescos y limpios preparados en forma casera, sin adición de sal, condimentos, picantes, azúcar o miel. Evita los aditivos y las frutas en almíbar.
  • Introduce un solo alimento nuevo y no mezcles, cada 5-7 días o cuando tu bebé haya aceptado el anterior. NO lo obligues.
  • Al principio, tu bebé puede no aceptar de buen agrado cualquier sustancia extraña en su boca, el sabor, la preparación, la textura, el ambiente a la hora de comer, la paciencia, influyen en la aceptación y gusto por los alimentos. Prepárate para el gran día.

Aca una muestra de cada una de las etapas en la alimentacion del bebé:

1 Etapa (4 a 6 meses)
Leche materna
Frutas no ácidas:
Banano, Manzana, Pera, Durazno, Mango, Granadilla.
Uva, Papaya, Melón en jugos o purés extrasuaves..
Cereales: adicionados con hierro y precocidos de Arroz, Avena, Maíz, Cebada, en forma de papilla mezclados con leche materna.
Vegetales de color intenso:
Zanahorias, espinacas, ahuyama, acelgas; cocidos en purés, o sopas licuadas y coladas.

2 Etapa: (7 a 9 meses)
Leche materna
Carnes: magras, rojas de res o ternera (bajas en grasa), pollo.
Leguminosas: Fríjol, lenteja, garbanzo.
Tubérculos: Plátanos, papas y yuca.

3 Etapa: (10 a 12 meses)
Leche materna
Huevo: iniciar con la yema pues la proteína de la clara puede causar alergias.
Los siguientes alimentos pueden ser introducidos hacia los 12 meses con precaución y observando la reacción tu bebé:
Leche de vaca, clara de huevo, cítricos (naranja) piña, fresa, cacahuates, pescado, tomate, trigo, chocolate, pescados y mariscos.
Después de los doce meses, tu bebé que ha presentado un desarrollo normal, estará en condiciones de alimentarse como lo hace la familia.

LACTANCIA MATERNA

La lactancia materna es la alimentación con leche de madre. La OMS y el UNICEF señalan asimismo que "es una forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo correcto de los niños".

La OMS (Organización Mundial de la Salud) y el UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) recomiendan como imprescindible la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses del recién nacido. También recomiendan seguir amamantando a partir de los seis meses, al mismo tiempo que se va ofreciendo al bebé otros alimentos complementarios, hasta un mínimo de dos años.2 La Academia Americana de Pediatría recomienda mantener la lactancia al menos durante el primer año. El Comité de lactancia de la Asociación española de pediatría coincide en sus recomendaciones con OMS y UNICEF.

Según la OMS y el UNICEF, a partir de los dos primeros años la lactancia materna debería mantenerse hasta que el niño o la madre decidan, sin que exista ningún límite de tiempo. No se sabe cuál es la duración "normal" de la lactancia materna en la especie humana. En nuestra cultura se tiende a considerar la lactancia materna como algo propio únicamente de bebés de pocas semanas o meses.

Beneficios de la lactancia materna

Los beneficios para la salud de la madre o el bebé, así como sus beneficios en el ámbito familiar, económico o social, se usan a menudo como argumento para la promoción de la lactancia materna. La mayoría son de dominio público, pero se puede encontrar fácilmente información más extensa en numerosas publicaciones asesoradas por profesionales40 así como en informes científicos y políticos.

Con todo, organizaciones y organismos como la Comisión Europea (Dirección General de Salud Pública y Evaluación de Riesgos), el Instituto de Salud Infantil IRCCS Burlo Garofolo (Trieste, Italia), la Unidad de Investigación para Servicios Sanitarios y Salud Internacional (Centro colaborador de la OMS para la Salud Maternoinfantil) y el Karolinska Institutet (Departamento de Ciencias Biológicas de la Unidad Novumbe Nutrición Preventiva, Huddinge, Suecia) alertan41 sobre la conveniencia de basar la información sobre lactancia materna en la difusión de sus beneficios, por entender que:
  • La lactancia materna es la forma natural y propia de la especie humana para la alimentación de lactantes y niños pequeños, lo cual no es preciso demostrar con pruebas científicas.
  • "La lactancia materna exclusiva es el modelo que sirve de referencia para valorar los métodos alternativos de alimentación en relación con el crecimiento, la salud, el desarrollo y el resto de efectos a corto y largo plazo". Por lo tanto corresponde a aquellos que proponen estas alternativas la obligación de aportar pruebas científicas que demuestren su superioridad o igualdad respecto a la lactancia materna.